A CFK la van a juzgar los Jueces de nuestra Nación.

Por Maria Eugenia Talerico.

Ex VP de la UIF. Vocera de Republicanos Unidos.

CFK sin dar la cara y en tono suave como si ello le diera más verosimilitud al relato que tergiversa muchos datos a su antojo, decidió atacar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación porque es la última instancia que puede confirmar o revocar las sentencias que se dicten en los casos por corrupción en los que se encuentra involucrada.

La Corte es la cabeza del Poder Judicial y si a CFK la condena el Tribunal Oral, por ser jefa de una asociación ilícita y defraudar al estado en muchos miles de millones de pesos en el caso conocido como “Obra Pública o Vialidad”, seguramente luego de la Cámara de Casación, la espere esta Corte.

Este es un logro importante desde el punto de vista institucional para nuestra republica porque ha sido muy dificultoso avanzar en los juicios en los que la vicepresidente, su familia y altos funcionarios se encuentran involucrados. Se ha intentado desde que volvió al gobierno dominar la voluntad de jueces y fiscales para lograr impunidad.

Dentro de las principales acciones, intentaron una reforma judicial bajo la excusa de hacer más eficiente el servicio de justicia, pero nos engañaron, la reforma propuesta con media sanción del senado, no era para eso. Multiplicaba cargos y presupuesto al solo efecto de nombrar más jueces afines.

Luego cooptaron a los organismos de investigación y control, la Oficina Anticorrupción disolvió el área penal y la Unidad de Información Financiera entro en modo “avión” y dejo de actuar e impulsar todos los juicios en los que CFK esta involucrada, exponiendo un verdadero encubrimiento en la causa “Vialidad” que fue denunciado ante la justicia.

Embistieron contra los Jueces a los que no doblegaron, al punto que un per saltun de la CSJN puso las cosas en su lugar. El Consejo de la Magistratura los desvela, y ante un fallo demorado de la CSJN, finalmente la acción iniciada por el Colegio de los Abogados de la Ciudad dio los resultados esperados, en el sentido de reestablecer el equilibrio de los estamentos que allí están representados y que, por una ley del 2006 del propia CFK se había quebrado a favor de la representación que tenía el gobierno en dicho cuerpo.

Estas dos intervenciones, así como, los rechazos de los recursos en los casos penales donde fueron condenados Boudou y Milagros Salas, generaron un sinfín de ataques a la CSJN, se renuevan ahora.

Intentaron asimismo dominar a los fiscales, para remontarse a la época de Gils Carbó, y presentaron un proyecto de ley para cambiar la organización del Ministerio Publico Fiscal. Esto es vital. El Procurador General es el último fiscal ante la Corte, si desiste de cualquier recurso en un caso donde solo recurre el Fiscal, se obtura la intervención de la Corte y san se acabó. Como no tenían la mayoría calificada para designar a un candidato de consenso, ni querían uno así, cambiaban la mayoría para designar un Procurados para la impunidad. Además, reformaban la conformación del Jurado de enjuiciamiento, con ello no sería difícil doblegar la voluntad de fiscales díscolos, perderían su trabajo al otro día de formular una acusación o serian perseguidos, como le pasó a Campagnoli cuando toda la estructura estatal encubría a Báez y el fiscal reveló las facturas apócrifas y maniobras de lavado de activos. Esta ley fue aprobada por el senado, pero no pasó diputados y no hay Procurador ni fiscal leales al poder, sino a la ley y eso los aterra.

También, desde comisiones del senado comenzó un hostigamiento sin precedentes para obligar al Procurador General interino, Dr. Casal que se encuentra en el cargo por disposición de la ley, a renunciar. Pero no pudieron, hombre noble de ley, resistió las embestidas.

CFK se ve venir un alegato que pida su condena, que muestra a la sociedad de lo que fue capaz, porque si el Fiscal actúa evaluando las pruebas y aplicando la ley, la acusará. Esto lo sabe ella, como su abogado y todos los que hemos seguido el caso “Vialidad” y evaluado las pruebas. Se ve venir también su condena.

CFK nunca explica los hechos, ni rebate las pruebas, evita la celebración de los juicios orales porque las pruebas la incriminan y exponen en todo su esplendor la estructura montada en el estado para enriquecerse a costa de mucho dinero de los argentinos.

La evaluación integral y objetiva del caso, la conducirán a la primer condena y por eso, CFK y sus adláteres, entre ellos el presidente y el ex Juez de la Corte, Zaffaroni, salieron a criticar al poder del estado que los controla y les pone límites, el Judicial. Nadie quiere proscribirla, como afirman al unísono y para victimizarse los lideres populistas corruptos de la región, es su falta de decencia la que puede generar ese efecto.

CFK quiere ser impune. CFK no quiere ser igual que nosotros ante la ley. CFK no quiere ser juzgada por un poder independiente, por los jueces de la nación sino por la historia.

Desde el 2003 al 2015 no imaginó nunca perder el poder y por eso usaron obscenamente al estado en beneficio propio, se enriqueció ella, su familia, sus secretarios privados, su ministro de obras públicas, sus secretarios de obras públicas, su vicepresidente, los devenidos empresarios durante sus gobiernos, entre otros y nunca pensó en que, como todos los ciudadanos, un día debería rinda cuentas y hacerse cargo de sus actos.

Nada puede funcionar bien, con gobernantes que no son íntegros y que, para no ser sancionados, para ser impunes por el pasado por el presente y el futuro, activan un verdadero plan de impunidad y pretenden atrapar al poder judicial atacando a nuestro máximo tribunal de la república, porque es la última instancia.