El gobierno y su énfasis en la destrucción del agro.
Remontémonos al año de 2008, año en el cual el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner quería imponer un plan de retenciones móviles al agro, la famosa 125, ideada por aquelentonces Ministro de economía Martín Lousteau, que se establecía en las exportaciones de soja, maíz y trigo, perjudicando a todo el sector agropecuario y asu vez a todos los argentinos.
Este plan, no tenía la meta de proteccionismo de la economía argentina como decían desde el gobierno, sino que detrás se escondía una lucha por el poder y la necesidad de controlar todos los mercados. La 125 finalizó con el voto no positivo de Julio Cobos, pero este fue el puntapié que dio inicio auna necesidad desenfrenada del kircherismo en derrotar al sector agropecuario cueste lo que cueste, sin importar llevarse puesta a la Argentina.
En los últimos meses, vimos cómo el gobierno decidió regular y poner cepo en las exportaciones de carne, bajo el lema de llevar a cabo un “plan ganadero”, aumentar la producción y bajar el precio de la carne.No había bases ciertas de cómo llevarlo adelante, pero lo que originó la decisión fue ladescapitalización para los productores, quienes no sabían si iban a poder vender el ganado, el cual se encontraba en plena etapa de engorde previo a la venta; además de que se perdieron miles de puestos de trabajo y acuerdos comerciales que debieron cancelarse, como así también, varios países comenzaron a comprarle carne a Uruguay y Argentina perdió el ingreso de 3 mil millones de dólares.
Desde algunos sectores del gobierno sabían muy bien que la decisión iba a perjudicar enormemente al país, pero la orden venía de “arriba”
Todo este desequilibrio, sumado a la incertidumbre, trajo aparejado un aumento de la carne que todos afrontamos.
Argentina está endeudada y sabe que se necesitan de divisas genuinas, pero para el gobierno esto no importa, la ambición de revancha de aquella 125 y las ansias dequerer destruir al campo es mayor.
Hoy por hoy, siguen las limitaciones en el mercado de la carne y la interminable inconstanciade las decisiones políticas del actual gobierno, nos hunden cada vez más en la crisis.
Recientemente se impuso el fideicomiso de granos para regular el precio del trigo; el cual consiste en que todos los productores, molineros, empresas de trigo, etc. hagan un fideicomiso en el que valor de la tonelada de trigo se debe establecer a $ 23.000, a diferencia de los 500 dólares que se pagan en la bolsa de Chicago y los $ 34.000 en la bolsa de Rosario.Pagándole menos a quien lo produce sólo genera menor oferta y consecuente aumento del precio
Otra vez, vemos el mismo método que aparenta ayudar a la mesa de los argentinos y subsidiar el mercado del trigo, pero lo que se esconde es un desfinanciamiento del sector agropecuario y de millones de empleos. Esto va producir, como ya vimos en la carne, aumento del pan, fideos, harinas y todoslos productos que deriven del trigo, ya que, se producirá irremediablemente una caída en la oferta del mismo.En lo que hay que trabajar es en los impuestos que se van agregando al producto durante el proceso de manufacturación hasta que llega a la góndola del supermercado.
Es importante mencionar que el fideicomiso es lanzado en el PEOR momento histórico ya que, debido a la actual invasión de Rusia a Ucrania (dos de los países exportadores de Trigo más importantes junto a Argentina, Canadá y EEUU) hace que estos países no puedan realizar su cosecha y baje el stock mundial de trigo, lo que aumenta notablemente el precio del mismo.
Es así que, frente a un campo desenamorado de las falsas promesas políticas,cada vez másdescapitalizado, con menos capacidad de inversión, debido a los grandes impuestos que debe afrontar; sumado a la destrucción del sector privado que aumenta año tras añoy queaún no se harecuperado de la pandemia, decimosbasta a la demagogia y a los manejos delgobierno que hace y deshace a su parecer.
Es hora de que tomemos las riendas y podamos volver a ser la Argentina dorada que supimos ser, somos partícipes de la corrupción de este gobierno si no nos involucramos para evitar que los populismos y ambiciones políticas se lleven la vida y el trabajo de todos, obligándonos a abandonar el país.