Nuevamente el gobierno nacional demostró que odia a la castigada clase media. En este caso en particular, ayer se elevó en diez puntos porcentuales la alícuota del dólar turista. Esto se suma a la prohibición de pagar pasajes aéreos en cuotas, con lo cual, la única opción que le queda al ciudadano es recurrir al elevado dólar blue.
Un país que tiene una carga impositiva altísima debería brindarle al contribuyente servicios de primera calidad. En Argentina ocurre todo lo contrario. La educación, la salud y la seguridad son deudas pendientes que lamentablemente el estado no proporciona de forma adecuada.
Es por eso, que la clase media además de pagar cualquier cantidad de impuestos, debe costear la educación privada, las prepagas y hasta agencias de seguridad.
Es evidente que el kirchnerismo ha abandonado por completo la idea de seducir a esta franja de la sociedad, dado que todas las medidas que vienen tomando no hacen más que golpear los bolsillos del laburante argentino.
Los países desarrollados del mundo han logrado que la gran mayoría de sus habitantes tengan un alto standard de vida. Salir a comer afuera, ahorrar, acceder a una vivienda, viajar, son cuestiones básicas que en la Argentina se han convertido en un lujo. Las declaraciones de la ministra Batakis con respecto a que viajar colisiona con el derecho a trabajar, es una prueba cabal del pensamiento filosófico del kirchnerismo.
El problema de esta ideología no es solamente el atraso que genera, sino que además ni siquiera es coherente. Hemos visto cómo los funcionarios de esta gestión ahorran en dólares, viajan al exterior y compran celulares iphone último modelo.
Es hora, hace rato, de darle respiro a la clase media argentina. De esta manera no se puede seguir ya que el único resultado que se ve en la actualidad, es como los jóvenes piensan en Ezeiza como única salida para tener un futuro mejor. Lamentable.