El gobierno de Axel Kicillof prevé aumentar considerablemente la ya demencial planta de trabajadores estatales de la Provincia de Buenos Aires. Lo primero que uno imaginaría es que esa decisión está ligada a mejoras de infraestructura, en construcción de viviendas o mejoras para los hospitales.
Sin embargo, las urgentes mejoras que necesita la Provincia deberán esperar. Los futuros empleados, en un gran porcentaje, a ser contratados a costa de los impuestos de los ciudadanos, irán destinados al área que conduce Carlos Bianco que fue creada cuando tuvo que dejar la jefatura de gabinete por pedido de CFK. Es evidente la desconexión del gobierno bonaerense con las necesidades de sus representados. Falta menos.