Como era de esperarse, el juez Mirabelli, quien tenía a cargo la causa del Olivos Gate decidió aceptar la oferta tanto del presidente de la nación como la de su pareja para compensar el daño hecho. Un poco más de 3 millones de pesos le pusieron fin al mayor escándalo ético y político que ocurrió en la Argentina desde el retorno de la democracia a la fecha.
Probablemente falten muchos años para que realmente podamos dimensionar el desastre que esto genera para la confianza de la ciudadanía en las instituciones. Un pueblo que se ha acostumbrado a convivir con la corrupción, con la impunidad, con reglas de juego desiguales para poderosos que con dinero solucionan fácilmente sus atropellos legales.
Prácticamente todos los analistas políticos auguran una derrota fenomenal del oficialismo el año que viene. ¿Será esa la rebelión de los argentinos frente a tanta miseria? En las elecciones pasadas algo de eso se pudo ver.
Esta semana, pudimos ver como el presidente, completamente alejado de la realidad, anunció con bombos y platillos la vuelta de los próceres a los billetes. Pretendió con eso, generar un debate absolutamente estéril sobre poner en valor a los héroes de la patria dejando atrás los animalitos macristas.
En ese sentido, me pregunto si los héroes vieran todos los desastres que ha hecho el primer mandatario si se sentirían honrados o bien preferirían ni ser nombrados por Alberto Fernandez. Lo que si queda claro, es que la semana de mayo de 2022, será recordada como aquella en donde se consumó el triunfo de la impunidad. Prohibido olvidar
